Blog de
Carlos Julio Peñaloza
Para lograr su visión de instaurar su imperio,
Castro sabía que era primordial que Chávez alcanzara el poder en Venezuela, sin
importar si llegaba a través de un golpe o por elecciones. Una vez allí, la
lucha sería por mantenerlo a perpetuidad. El Plan Prócer cubano estaba
destinado a perpetuar la permanencia en el poder de los lideres afectos a Fidel
una vez llegaran al poder en sus respectivos países. El blanco inicial -y el
más importante- es Venezuela, que para Castro representaba su fuente de financiamiento.
Los Castro han estado buscando la manera de
apoderarse del sistema electoral venezolano desde hace décadas y el triunfo de
Chávez en 1998 les proporcionó la oportunidad perfecta. Fue entonces que
idearon el crimen perfecto. El domingo 6 de diciembre de 1998, Fidel convocó a
cenar a su residencia privada en Punto Cero a su hermano Raúl y a Ramiro
Valdés, su escolta durante el asalto al Cuartel Moncada
El escenario ideado por Fidel para la construcción
de su imperio hispanoamericano requiere el establecimiento de un Estado donde
los ciudadanos son fiscalizados por órganos de seguridad omnipresentes a través
de un sistema computarizado. Para ponerlo en práctica se requiere tecnología de
punta para integrar enormes bases de datos de ciudadanos a través de redes
digitales de comunicación controladas por el gobierno. Estas bases de datos
incluyen sistemas de identificación, votación, impuestos, registros públicos
civiles, militares y policiales etc.
Antes de las elecciones del 98, el país estaba
agobiado por los bajos precios del petróleo y el desprestigio de los partidos.
Además, las FAN estaban divididas y la falta de cohesión militar facilitó la
labor del dictador cubano de adueñarse de Venezuela.
Los militares existen para defender la integridad
territorial y la soberanía de la patria. En Venezuela en este momento nuestro
territorio y nuestra soberanía están siendo entregados en forma solapada a
Cuba. Para ello colaboracionistas traidores utilizan el subterfugio de un voto
manipulado tras un sistema electoral fraudulento para revestir de una fachada democrática
lo que es una burda entrega anti patriótica. Ni Chávez ni Maduro han llamado a
referendo para rechazar o aprobar la creación de cubazuela. Ese es el paquete
cubano que los Castro nos tratan de meter sin anestesia.
Las elecciones del 98, en las que entró el Chavismo
en Venezuela fueron un suicidio anunciado, precedido por turbios entretelones
que auguraban el desastre que se avecinaba. El autor da un análisis a los
hechos que rodearon las elecciones y que ayudan a explicar los desastres
políticos que hemos vivido desde entonces.
Las máquinas de votación fueron desde el principio
un factor clave dentro del plan de Fidel para montar, comenzando por Cuba y
Venezuela, un imperio iberoamericano del cual él sería jefe y Hugo el sucesor.
Fidel es conocido como revolucionario, pero también fue un gran agricultor. No
plantó matas, sino agentes secretos y empresas de fachada en otros paises. Sus
agentes han dormido durante años. Por décadas permanecen silentes para más
tarde aparecer como salidos de la nada, siguiendo instrucciones del gran labrador.
Desde Cuba y coordinado con la llegada de Chávez al
poder, se diseñó y ejecutó la operación por la cual el régimen castrista
controla el sistema electoral venezolano, aprovechando el escaso conocimiento
que los políticos tienen sobre las posibilidades de la computación. En 1972
Fidel Castro hizo una visita de Estado a Alemania Oriental (RDA) para visitar
la STASI y conocer sus métodos de control social. El sistema de la policía
secreta de la RDA es una jaula para controlar a los ciudadanos.
Nicolás Maduro esperaba que la noche del 14 de
abril subiría al empíreo cabalgando la sombra del caudillo de Sabaneta. Jorge
Rodríguez le había prometido que con Smartmatic no podrían perder. Pero Maduro
estaba razonablemente inquieto. Capriles rondaba cerca según las encuestas
privadas de Jesse y Schemel, y por eso ordenó que no se publicaran. Jorge
Rodríguez insistió que no debía preocuparse porque el sistema estaba blindado y
la operación el remolque al final del día pulverizaría a la oposición tal como
habían hecho el 7-O.
Con la responsabilidad que tienen como guardianes
del material electoral, a los oficiales del Ejército les llegó la hora de
recordar la última estrofa de nuestro himno: “Si un brazo extranjero se atreve/
a infamar de este suelo el honor…”.
Dentro de tres días Venezuela se liberará del yugo
cubano desmantelando el diabólico tinglado de fraude construido por el G2 y
apadrinado por los malos venezolanos que han traicionado a la Patria. Se avizora
la tierra prometida, plena de libertad, inclusión y bienestar. Estamos cerca,
pero el trayecto es empinado y escabroso.
Las Constancias de Verificación Ciudadana
establecidas en la Ley, ejecutadas con rigor por militantes de la Oposición
debidamente preparados, son medio eficaz para frustrar el Plan Stalin en las
elecciones del 14 de abril.
Las máquinas electorales son parte importante del
plan de Fidel Castro para establecer en Venezuela un Estado capaz de controlar
la vida de cada ciudadano, tal como George Orwell lo describió en su novela
“1984”.
Hugo Chávez era una especie de serpiente que
encantaba con su carismática y particular personalidad. Ese don le permitió sembrar
la semilla de la insurrección dentro de la Fuerza Armada Nacional que ahora sus
jefes catalogan falsamente de chavista. El pasado 5 de marzo murió
“misteriosamente” el presidente electo Hugo Rafael Chávez Frías. Los
venezolanos no sabemos a ciencia cierta dónde, cuándo y cómo entregó su vida al
Creador. Como un compañero de armas y habiendo sido su jefe, pido paz a sus
restos, antes de rememorar algunos detalles de esa tempestuosa relación.
El control electrónico de la cedulación, las
comunicaciones y el sistema electoral en países como Venezuela es parte del
plan de dominación regional de Fidel Castro, el cual ha tenido pleno éxito en
Venezuela, sostiene el autor, quien además de ex Director de la Academia
Militar y ex Comandante General del Ejército, es ingeniero en
comunicaciones.
El Proyecto de Control Electoral Revolucionario es
una pieza dentro del vasto plan de los Castro para, comenzando por Venezuela,
dominar América Latina aplicando los métodos con los cuales Rusia subyugó a los
pueblos de Europa Oriental.
El Proyecto de Control Electoral Revolucionario
(PROCER) es la punta del iceberg de un designio mayor denominado “Plan Futuro”,
formulado por Fidel para apoderarse de Venezuela paulatinamente.
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